Personajes


LOS BUENOS:


José de San Martín:
También llamado Don José o El Viejo. Menos conocido por su nombre secreto en la Logia Lautaro: “Arístides”. Libertador de Argentina, Chile y Perú, donde gobernó un año con el título de Protector. Según Monteagudo fue el Aníbal de los Andes y un militar que se convirtió en patriota.  Reconocido por su camarada y rival Bolívar como “una gran fuerza moral”.

Bernardo Monteagudo:
Alias “Martín”. Jacobino, revolucionario desde los 19 años, cuando participó en el levantamiento patriota de Chuquisaca. Consultor de Castelli,  O’Higgins, San Martín y Bolívar. El hombre que iba a presidir el Congreso de Panamá (donde nacerían los Estados Unidos de América del Sur), cuando fue asesinado en una calle de Lima.

Simón Bolívar:
El Libertador del Norte. Junto con San Martín emancipó al conjunto de la América del Sur, un territorio diez veces más grande que Europa Occidental. Político sagaz que se convirtió en militar genial. Audaz y visionario, murió sin poder llevar a cabo su proyecto mayor: la unión de los pueblos liberados en los Estados Unidos del Sur.

Ignacio Ayala:
También conocido como el Vasco o el Gigante. Nació en Vizcaya y se hizo liberal como su padre. Pronto ingresó a la Logia de Cádiz y combatió a las órdenes de San Martín, quien después sería su jefe toda la vida. En América trabó amistad con Monteagudo, de quien se hizo inseparable, después que el jacobino le salvara la vida en Cancha Rayada.

Francis Renaud:
Cocinero, mayordomo y confidente de Monteagudo, a quien conoció cuando el tucumano estaba exiliado en París. Como Renaud había integrado las filas jacobinas no tardaron en entablar una cálida relación que duraría toda la vida y le permitiría al argentino agasajar a su camaradas con espléndidos banquetes preparados por “chef de la revolución”. 

Antonio José de Sucre:
También conocido como el Gran Mariscal de Ayacucho. Gran talento militar que procedía del campo de las matemáticas. Bolívar lo llamaba “mi hijo” y también “el hombre de la guerra”. Selló la independencia definitiva de América del Sur con el triunfo de las armas patriotas en la batalla de Ayacucho. Como Monteagudo, murió asesinado en una emboscada.

Manuela Sáenz:
Hija natural de un poderoso comerciante español. Valerosa patriota que conquistó el corazón voluble de Simón Bolívar. San Martín la condecoró con su famosa “Orden del Sol” y Sucre la ascendió a coronel de caballería por su valor en el campo de Ayacucho. Junto con Monteagudo fue “los ojos y oídos del Libertador”, al que le salvó la vida en varias ocasiones.

Rosita Campusano:
Hermosa mulata de ojos azules, hija de un comerciante español y de una mulata fina. Fue la pieza fundamental de la “red Monteagudo” de espionaje y logró arrancarles secretos a los generales españoles en la penumbra propicia de las alcobas. Cuando Lima fue liberada se enamoró de San Martín y fue la pareja del Protector.

Carmen Guzmán:
También conocida como la “chinganera”, porque era dueña de una posada en Lima, situada estratégicamente frente al cuartel del Batallón Numancia, el cuerpo de élite de las fuerzas realistas. Espía de Monteagudo, logró el pase del Batallón a las filas patriotas, lo que le costaría después ser secuestrada y torturada. Fue compañera del general Ignacio Ayala.

Lucía Gana:
Patriota chilena, hija del doctor Gana, que fue amigo íntimo de O’Higgins. Uno de sus hermanos murió en la derrota de Cancha Rayada. Se enamoró de Monteagudo que fue el primer y último hombre de su vida. Lo siguió al Perú, dejando de lado familia y prejuicios sociales. Corrió todos los riesgos y tuvo que enfrentarse, el viernes 28 de enero de 1825, a la tragedia.


LOS MALOS:


José de la Riva Agüero y Sánchez  Boquete:
Aunque era de origen noble, luchó contra los realistas y espió para San Martín en la “guerra de zapa”, por lo que el Protector lo hizo Alcalde de Lima. Después conspiró para derrocar a Monteagudo. En 1823 fue designado Presidente del Perú, tras un golpe de Estado. Intrigó contra Bolívar y terminó traicionando a los patriotas a favor de los españoles.

Joseph Marie Pontin-Villefort, alias Marcel Brichot:
Antiguo jacobino que terminó trabajando, como su jefe Fouché, para todos los gobiernos que sucedieron a la Revolución Francesa. A Perú llegó como agente de la Santa Alianza, estrechamente vinculado con el futuro Carlos X de Francia y con el canciller austríaco Metternich. Logró infiltrarse en la Logia Republicana. Estaba casado con Danielle Dupuy, la perversa Dé Dé.

José Bernardo de Tagle, marqués de Torre Tagle:
De origen aristocrático como Riva Agüero, comenzó a colaborar con San Martín cuando la  flota independentista se acercaba a las costas peruanas. Luego se pasó al bando patriota cuando era  gobernador de la provincia norteña de Trujillo. Formó parte del gobierno de San Martín y más tarde fue elegido Presidente. Terminó como traidor, al servicio de los godos.

Lord Thomas Alexander Cochrane, conde de Dundonald:
Marino de gran coraje y talento, que comandó la escuadra libertadora del Perú, pero al que perdía la codicia. Siempre fue rival de San Martín, que lo llamaba “el Lord metálico”, y acabó conspirando abiertamente contra el Protector. Se quedó con los tesoros de varios navíos que apresó y se enfrentó violentamente con Monteagudo, que lo consideraba un corsario.   

Virrey Joaquín de la Pezuela:
 General español absolutista que sucedió a Goyeneche en la represión de los patriotas en el Alto Perú. En 1816 fue nombrado Virrey del Perú, donde conquistó fama de ladrón. Cuando San Martín desembarcó, entabló negociaciones con el jefe patriota que fracasaron rápidamente. Los generales liberales españoles lo derribaron mediante un golpe de estado.

Fernando VII de Borbón, también llamado “el Deseado”:
Ultimo monarca absolutista, durante cuyo reinado –represivo y reaccionario- España perdió sus colonias en América. Su detención en Bayona por parte de Napoleón Bonaparte, alentó la insurrección americana. Forzado por los liberales a jurar la Constitución de las Cortes de Cádiz, se apartó de ella, apoyado por la Santa Alianza y restauró el absolutismo.

Danielle Dupuy (De Dé):
Antigua actriz, devenida cortesana. Bella, intrigante y perversa. Esposa y compañera de andanzas de Pontin Villefort. Amante –entre otros muchos poderosos- del Conde de Artois, quien reinaría en Francia con el nombre de Carlos X. Fue la contratara de las “tapadas” limeñas que integraron la red de espionaje patriota, comandada por Bernardo Monteagudo.

José Faustino Sánchez Carrión:
Nacionalista fanático.También conocido como “El Solitario de Sayán”. Se opuso frontalmente a los planes de la Logia Lautaro de instalar una monarquía constitucional en el Perú. Participó en el derrocamiento de Monteagudo, mientras San Martín se reunía con Bolívar. En “La abeja republicana” llegó a amenazar de muerte al tucumano si regresaba a Perú.

Candelario Espinosa:
Negro peruano de 19 años que asesinó a Monteagudo de una puñalada en la tetilla izquierda. Apresado por los patriotas engañó a la justicia y sólo aceptó “confesar la verdad” al propio Simón Bolívar. Llevado a presencia del Libertador le dijo quien  era el autor intelectual. Bolívar, que prometió respetarle la vida si confesaba, mantuvo su promesa y le conmutó la pena.

El Zambo Ramón Moreira:
Cómplice de Candelario Espinosa con quien se contradijo varias veces durante los interrogatorios a que fue sometido por la justicia militar de Bolívar y luego por la justicia ordinaria del Perú.